1. Comprueba que la fuente de carga y el cable USB-C estén en buenas condiciones.
2. Comprueba que el cable USB-C esté conectado correctamente al estuche de carga.
3. Comprueba que los conectores de carga no estén sucios, ya que esto podría afectar al suministro de energía del estuche.
4. Asegúrate de que tu dispositivo esté actualizado y cuente con la última versión del firmware.
5. Restablece el dispositivo.